lunes, 6 de mayo de 2019

Concepto y origen del análisis del ciclo de la vida


La gestión ambiental para un desarrollo sostenible adquiere una importancia crucial en el escenario mundial actual para hacer frente a los grandes problemas medioambientales que afectan a todo el planeta, como son el agotamiento de recursos naturales, el calentamiento global, la contaminación o la pérdida de biodiversidad. Ante estas problemáticas, la sociedad debe adoptar un enfoque coherente y holístico que integre junto con los aspectos ambientales, los económicos y sociales. En este contexto, una metodología útil que facilita este necesario desarrollo sostenible es el Análisis del Ciclo de Vida (ACV), cuya finalidad es analizar de forma objetiva, metódica, sistemática y científica, los diferentes impactos ambientales potenciales, asociados a cada una de las etapas del ciclo de vida completo de un producto, lo que se denomina “de la cuna a la tumba”.  Esta herramienta práctica de gestión ambiental, requiere apoyo informático para facilitar el manejo de datos y análisis de resultados.




Los primeros estudios de ACV se remontan a los años 60, desarrollándose casi simultáneamente, en Estados Unidos y Europa. Dichos análisis se centraban en el cálculo del consumo energético necesario para la producción de sustancias químicas intermedias y finales. Posteriormente, a partir de la crisis del petróleo de los años setenta, se llevaron a cabo gran número de estudios más detallados, sobre la gestión óptima de los recursos energéticos. Dado que para estos estudios había que tener en cuenta los balances de materia del proceso, fue necesario incluir en ellos el consumo de materias primas y la generación de residuos.
En 1993, en el ámbito de la International Standards Organization (ISO) se creó el Comité Técnico 207 (ISO/TC 207) con el objetivo de desarrollar normativas internacionales para la gestión medioambiental. Dentro de este último, el Subcomité SC 5 desarrolla la normalización referente al Análisis del Ciclo de Vida. Actualmente, la norma UNE-EN ISO 14040: 2006. Gestión ambiental. Análisis de Ciclo de Vida. Principios y marco de referencia, recoge las diferentes etapas de desarrollo de esta metodología.
Estas etapas fundamentalmente, pasan por una definición de los límites del sistema objeto de estudio y de la unidad funcional que servirá de base de referencia para la comparación entre sistemas y para cuantificar las entradas y salidas funcionales del sistema. Posteriormente, una vez realizada la compilación de datos y los procedimientos de cálculo para cuantificar las entradas y salidas relevantes del sistema, tomando como referencia la unidad funcional, se realizan la evaluación de los impactos ambientales potenciales asociados con las mismas y la interpretación de los resultados del inventario y de las etapas de evaluación del impacto en relación con los objetivos del estudio.
En la siguiente figura, aparece la descripción del marco de referencia y las fases que se contemplan para realizar un estudio de ACV.
                             

Etapas del ciclo de vida


Las etapas del ciclo de vida, según Gonçalves (2004), son:
  1. Adquisición de materia prima: etapa de actividades de acción directa sobre el medio natural. En este punto se incluye el material no renovable, el agua y la biomasa de recolección.
  2. Procesamiento de material a granel: tratamiento de la materia prima (separación y purificación por ejemplo) para adecuar los materiales a transformaciones posteriores.
  3. Producción de materiales técnicos y de especialidad: algunos autores combinan esta etapa con la anterior designándola «tratamiento de materiales».
  4. Fabricación y ensamble: en esta etapa se acaban de producir los materiales de base y los materiales técnicos.
  5. Transporte y distribución: con el actual sistema globalizado, esta etapa adquiere especial importancia dadas las grandes distancias que deben recorrer los productos para su comercialización en lugares distintos a donde se han producido. En muchos casos, los componentes necesarios para la fabricación del producto final también recorren importantes distancias.
  6. Uso y servicio: en esta etapa se contabiliza el mantenimiento y las reparaciones que necesita el producto durante su uso por el consumidor (algunos productos no pueden usarse directamente, necesitan acciones, como por ejemplo los alimentos congelados). En esta fase también se considera la reutilización interna de materiales, por ejemplo la reutilización de botellas de cerveza en una casa.
  7. Retiro y tratamiento: en este paso es clave la posibilidad de reutilización o reciclaje de los materiales (valorización del material), en algunos casos es posible cerrar los ciclos de vida insertando el material retirado en un punto de la fabricación de un nuevo material.
  8. Disposición, destino final: cuando el material no es valorizado termina su ciclo de vida. En este punto se valora la forma en que éste es depositado en el medio natural. En el depósito de un material se pueden tener en cuenta y controlar sus características físico-químicas por ejemplo y tomar medidas para evitar efectos negativos del material desechado sobre el entorno.

Marco Normativo del Análisis de Ciclo de Vida


Las principales normas internacionales de aplicación son:
  • UNE-EN ISO 14040. Gestión Ambiental. Análisis de Ciclo de Vida. Principios y marco de referencia. Diciembre 2006.
  • UNE-EN ISO 14044. Gestión Ambiental. Análisis de Ciclo de Vida. Requisitos y directrices. Diciembre 2006. La ISO 14044 sustituyó a ISO 14041, 14042 y 14043.

De acuerdo con la metodología propuesta por la normativa ISO 14040 un proyecto de ACV puede dividirse en cuatro fases: objetivos y alcance del estudio, análisis del inventario, análisis del impacto e interpretación.
Tal y como ilustra la figura siguiente estas cuatro fases no son simplemente secuenciales. El ACV es una técnica iterativa que permite ir incrementando el nivel de detalle en sucesivas iteraciones.